1. Reconocer las partes del cuerpo y utilizar la lateralidad dominante, manteniendo el control postural mediante la autorregulación de la tensión y la relajación muscular y la respiración.
Con este criterio se pretende constatar si el alumnado es capaz de identificar las partes del propio cuerpo y las de los demás, como aspecto esencial para el desarrollo del esquema corporal. Asimismo, se comprobará un cierto grado de control y ajuste del tono muscular, aplicando las tensiones necesarias en los diferentes segmentos corporales para equilibrarse. Las posturas deberán diversificarse, permitiendo verificar su adaptación a los estímulos que condicionan el equilibro. En la evaluación no debe buscarse la imitación de modelos, sino la iniciativa del alumnado para adoptar posturas diferentes. De igual modo, se comprobará el ajuste y control de la respiración y la relajación a las condiciones de la tarea motriz, así como el uso de la dominancia lateral en el progreso de su motricidad básica, permitiendo, además, discriminar los movimientos segmentarios y progresar hacia la autonomía personal y la espontaneidad en la ejecución motriz.
Con este criterio se pretende constatar si el alumnado es capaz de identificar las partes del propio cuerpo y las de los demás, como aspecto esencial para el desarrollo del esquema corporal. Asimismo, se comprobará un cierto grado de control y ajuste del tono muscular, aplicando las tensiones necesarias en los diferentes segmentos corporales para equilibrarse. Las posturas deberán diversificarse, permitiendo verificar su adaptación a los estímulos que condicionan el equilibro. En la evaluación no debe buscarse la imitación de modelos, sino la iniciativa del alumnado para adoptar posturas diferentes. De igual modo, se comprobará el ajuste y control de la respiración y la relajación a las condiciones de la tarea motriz, así como el uso de la dominancia lateral en el progreso de su motricidad básica, permitiendo, además, discriminar los movimientos segmentarios y progresar hacia la autonomía personal y la espontaneidad en la ejecución motriz.
2. Resolver problemas motores a partir de estímulos perceptivos de carácter visual, auditivo y táctil, de acuerdo con sus posibilidades y la naturaleza de la tarea motriz.
Este criterio propone evaluar la respuesta discriminada del alumnado a estímulos que pueden condicionar la conducta motriz. Se comprobará que sepa reconocer objetos y texturas habituales con el tacto, que pueda descubrir e identificar la procedencia de sonidos cotidianos en la práctica motriz, así como seguir e interpretar las trayectorias de objetos y móviles. También se evaluará la capacidad de recordar experiencias auditivas y visuales cuando ha desaparecido el estímulo, es decir, la memoria auditiva y visual, como medio para discriminar la propia conducta motriz.
3. Emplear las normas básicas para el cuidado del cuerpo relacionadas con la higiene, postura, alimentación, la conciencia del riesgo en la actividad física y el cuidado del entorno.
La predisposición hacia la adquisición de hábitos relacionados con la salud y el bienestar guiará este criterio. Se trata de constatar si los escolares son conscientes de la necesidad de alimentarse antes de realizar actividad física, de mantener la higiene del cuerpo, de utilizar un calzado adecuado, etc. También es preciso que identifiquen y tengan presentes los riesgos individuales y colectivos que van asociados a determinadas actividades físicas, empleando medidas de seguridad básicas en el uso de los distintos materiales y espacios, mostrando actitudes de cuidado y respeto hacia estos.
4. Adaptar las habilidades motrices básicas a distintas situaciones motrices lúdicas y expresivas, con coordinación y adecuada orientación en el espacio.
Con la aplicación del criterio se trata de comprobar si el alumnado es capaz de adaptar por sí mismo sus habilidades motrices básicas (desplazarse, saltar, girar, lanzar y recibir objetos) a las distintas situaciones expresivas y de juego libre y organizado, con y sin objetos, en entornos habituales y en el medio natural, cuidándolos y respetándolos. Se constatará si el alumnado se orienta y utiliza el espacio próximo, explorando y reconociendo las nociones topológicas básicas respecto a sí mismo. Es importante observar que perciba, decida y ejecute la habilidad que mejor se adapte a cada situación motriz o problema motor que se le presente. Frente a los aspectos cuantitativos de la ejecución (tiempos, distancias, etc.), interesa valorar más sus aspectos cualitativos (calidad y eficiencia de las conductas motrices habituales), que se manifiestan en la mejora de la coordinación dinámica general y segmentaria.
5. Participar en los juegos motores ajustando su actuación a los objetivos del juego y respetando tanto sus normas y reglas como el resultado, adoptando conductas que favorezcan la relación con las demás personas.
El criterio deberá constatar si el alumnado es capaz de adecuar sus conductas motrices a las situaciones de juego. Se comprobará su participación activa en lo que se refiere a los desplazamientos, cambios de dirección, orientación y ocupación de espacios, discriminación de estímulos, adopción de distintos roles (colaborador, oponente, perseguidor, perseguido…), y a la aplicación de estrategias sencillas, etc. Además, se pondrá especial énfasis en observar conductas que favorezcan la convivencia (respeto por las normas y resultados) y eviten discriminaciones, valorando la resolución de conflictos a través del diálogo y la mediación.
El criterio deberá constatar si el alumnado es capaz de adecuar sus conductas motrices a las situaciones de juego. Se comprobará su participación activa en lo que se refiere a los desplazamientos, cambios de dirección, orientación y ocupación de espacios, discriminación de estímulos, adopción de distintos roles (colaborador, oponente, perseguidor, perseguido…), y a la aplicación de estrategias sencillas, etc. Además, se pondrá especial énfasis en observar conductas que favorezcan la convivencia (respeto por las normas y resultados) y eviten discriminaciones, valorando la resolución de conflictos a través del diálogo y la mediación.
6. Mostrar interés y espontaneidad en la práctica de diferentes juegos infantiles y tradicionales de Canarias, identificando sus valores fundamentales.
El alumnado, en transición de un juego más espontáneo a otro más reglado, ha de ser capaz de reconocer y desarrollar valores como: la tolerancia, la solidaridad, el trabajo en equipo, la necesidad de respetar normas y reglas, la creatividad, el placer de satisfacer necesidades propias, etc. En este sentido, los juegos populares constituyen un referente en la valoración de nuestro propio acervo cultural y de respeto por las propias tradiciones. Se trata de verificar si el alumnado participa con naturalidad en diferentes prácticas lúdicas de Canarias, reconociéndolas como portadoras de los valores que son propios de la cultura en la que se inserta.
7. Utilizar las diferentes formas de expresión corporal de forma creativa y espontánea, identificando el ritmo, el gesto y el movimiento como instrumento de expresión y comunicación, reconociendo su aplicación a diferentes manifestaciones culturales, rítmicas y expresivas de Canarias.
Este criterio verificará si el alumnado es capaz de experimentar con el propio cuerpo y tomar conciencia de sus posibilidades expresivas a través del gesto y el movimiento. Asimismo, se trata de comprobar si identifica cadencias y reproduce estructuras rítmicas sencillas mediante el movimiento corporal. Se valorará la aportación espontánea y el esfuerzo por encontrar nuevas formas expresivas, con especial atención a las manifestaciones culturales, rítmicas y expresivas de Canarias.
El alumnado, en transición de un juego más espontáneo a otro más reglado, ha de ser capaz de reconocer y desarrollar valores como: la tolerancia, la solidaridad, el trabajo en equipo, la necesidad de respetar normas y reglas, la creatividad, el placer de satisfacer necesidades propias, etc. En este sentido, los juegos populares constituyen un referente en la valoración de nuestro propio acervo cultural y de respeto por las propias tradiciones. Se trata de verificar si el alumnado participa con naturalidad en diferentes prácticas lúdicas de Canarias, reconociéndolas como portadoras de los valores que son propios de la cultura en la que se inserta.
7. Utilizar las diferentes formas de expresión corporal de forma creativa y espontánea, identificando el ritmo, el gesto y el movimiento como instrumento de expresión y comunicación, reconociendo su aplicación a diferentes manifestaciones culturales, rítmicas y expresivas de Canarias.
Este criterio verificará si el alumnado es capaz de experimentar con el propio cuerpo y tomar conciencia de sus posibilidades expresivas a través del gesto y el movimiento. Asimismo, se trata de comprobar si identifica cadencias y reproduce estructuras rítmicas sencillas mediante el movimiento corporal. Se valorará la aportación espontánea y el esfuerzo por encontrar nuevas formas expresivas, con especial atención a las manifestaciones culturales, rítmicas y expresivas de Canarias.
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